Talleres para empresas e instituciones

Creando espacios de trabajo que empoderan a sus familias trabajadoras.

¿Por qué hacerlo?

Las familias trabajadoras, y en especial las mujeres madres, suelen enfrentarse a una doble jornada laboral: por un lado, el trabajo remunerado y, por otro, las responsabilidades de cuidado en el hogar y la atención a la familia.

Esto genera agotamiento, estrés y dificultad para conciliar ambas responsabilidades.

Tanto el trabajo como la maternidad exigen una gran dedicación de tiempo y atención. Conciliar ambos roles puede resultar agotador y, con frecuencia, genera sentimientos de culpa al no poder brindar plenamente a ninguno el tiempo que se desearía

La carga del trabajo de cuidado no remunerado recae desproporcionadamente en las mujeres, lo que perpetúa la desigualdad de género y dificulta que las madres logren desarrollarse en el mundo laboral libremente.

Además de enfrentar discriminación y prejuicios en el lugar de trabajo, como estereotipos negativos sobre su compromiso o la percepción de que son menos capaces que sus colegas sin hijos.

Las familias trabajadoras, y en especial las mujeres madres, suelen enfrentarse a una doble jornada laboral: por un lado, el trabajo remunerado y, por otro, las responsabilidades de cuidado en el hogar y la atención a la familia.

Esto genera agotamiento, estrés y dificultad para conciliar ambas responsabilidades.

Tanto el trabajo como la maternidad exigen una gran dedicación de tiempo y atención. Conciliar ambos roles puede resultar agotador y, con frecuencia, genera sentimientos de culpa al no poder brindar plenamente a ninguno el tiempo que se desearía

La carga del trabajo de cuidado no remunerado recae desproporcionadamente en las mujeres, lo que perpetúa la desigualdad de género y dificulta que las madres logren desarrollarse en el mundo laboral libremente.

Además de enfrentar discriminación y prejuicios en el lugar de trabajo, como estereotipos negativos sobre su compromiso o la percepción de que son menos capaces que sus colegas sin hijos.


Invertir en la educación parental es una inversión en el futuro de la sociedad.

El apoyo a madres y padres en la educación parental es crucial para el desarrollo integral de las familias, la reducción de desigualdades y la construcción de una sociedad más justa y próspera.



¡Hablemos!